No se trata de producir muchachos perfectos. Aunque usted establezca en su hogar un sistema impecable de disciplina, como nadie en toda la historia lo haya hecho, sus niños seguirán siendo niños.

A veces serán atolondrados, destructivos, perezosos, egoístas y ¡sí! También irrespetuosos. Tal es la naturaleza de la humanidad. Nosotros, como adultos, tenemos los mismos problemas. Además, cuando de los niños se trata, así es como debe ser.

Los niños y las niñas son como relojes; hay que dejarlos funcionar. Lo que quiero decir es que los principios de este libro no están diseñados para producir pequeños robots perfectos que se puedan sentar en la sala con las manos juntas, abrigando sólo pensamientos patrióticos y nobles. Aun si pudiéramos generar eso, no sería sabio intentarlo.

El objetivo, a mi modo de ver, es tomar la materia básica con que nuestros bebes llegan al mundo, y luego irla moldeando poco a poco hasta formar adultos maduros y responsables que teman a Dios.

Posted by nohequ :: 3:15 p. m. :: 0 Comments:

Post a Comment

---------------------------------------