LLAMAS SACERDOTALES
::LLAMAS SACERDOTALES::


viernes, junio 09, 2006



EL PODER DE LO IMPRESO

La vida no está en el sembrador, sino en la semilla. De modo que

si aún un infiel esparce las Escrituras, lo que resultará es que sus

propias fortificaciones serán minadas. “Porque al esparcir literatura

divina estamos soltando semillas preciosas que llevadas por el

soplo del Espíritu recorren el mundo. La página impresa nunca

vacila, jamás acobarda, no lo tientan las componendas; no se

cansa, no se desalienta; viaja con poco gasto, y no requiere un

edificio arrendado; trabaja mientras nosotros dormimos; no pierde

los estribos, y trabaja hasta mucho después de nuestra muerte. La

página impresa es un visitante que entra a un hogar y se queda

allí. Siempre atrae la atención de su poseedor, porque le habla

solamente cuando lo está leyendo. Siempre afirma lo que ha dicho,

y nunca se desdice. Es un cebo que está permanentemente en

espera de un pez que pique.

“Lutero escribió un folleto sobre Gálatas, que al llegar a las manos

de Bunyan hizo su obra y lo convirtió. Resultado: se ha traducido

el peregrino a centenares de idiomas. Han circulado más de 150

millones de ejemplares de los sermones de Spurgeon. Ni siquiera

podemos medir la influencia política de la página impresa. Un

joven francés, herido en el sitio de San Qutín, languidecía en una

camilla en el hospital cuando un tratado llegó a sus manos. Lo leyó

y se convirtió. Actualmente su monumento se puede ver en la

puerta de la iglesia del Consistorio en París, de pie con la Biblia en

la mano: era el almirante Coligny, paladín de la Reforma en

Francia. Pero el tratado no había terminado su obra. Lo leyó la

enfermera de Coligny, una monja, ésta en penitencia, lo entrego a

la abadesa. La abadesa se convirtió por él y tuvo que huir de

Francia al Palatinado, donde conoció a un joven holandés, con el

que se casó. La influencia que ejerció sobre aquel hombre produjo

reacción en toda Europa, porque él era Guillermo de Orange,

campeón de la libertad y del protestantismo en los Países Bajos.

“La página impresa es inmortal; puedes destruir un ejemplar, pero

la imprenta puede reproducir millones. Con la misma rapidez con

que se le maltrata, se reproduce la onda reproducida por un

tratado que puede extenderse a través de los siglos hasta llegar al

Gran Trono Blanco. Su mutilación puede ser su siembra” (M.P

Panton)


Posted by nohequ :: 9:37 p. m. :: 0 Comments:

Post a Comment

---------------------------------------